Después de haber acumulado una valiosa experiencia teatral al amparo de la célebre compañía Títeres Clavileño, y tras pasar algunos años recorriendo Argentina y España con Teatro Bagabiga, Nerea Oreja y Marcos Vilela decidieron que era momento de dar un giro y se pusieron a trabajar con el objetivo de lograr algo que, aunque no original, sí es poco habitual en la escena del teatro de títeres: los musicales.
La tarea no se presentaba sencilla. Lograr que una buena historia no pierda tensión ni protagonismo frente a la música exige un gran trabajo de dirección. Y es que son muchas las disciplinas artísticas que es preciso trabajar para lograr un buen resultado. Sim embargo, quizás el deseo de lograr el sueño fue más grande que las dificultades y lo cierto es que a día de hoy Teatro Firulete ya cuenta con varios espectáculos de títeres donde la música (por sí misma, pero también como elemento narrativo indispensable) juega un papel fundamental y se erige como un elemento distintivo en sus shows. La incorporación de este nuevo valor ha logrado hacer de sus presentaciones en vivo una experiencia más rica, un espectáculo integral donde todos, grandes y pequeños, pueden disfrutar de una gran variedad de destrezas sobre el escenario.